miércoles, 1 de noviembre de 2017

Yolcuecuechca: Días que es mejor no levantarse.

Ha "gajgachpa" dentro de mí, en este mismo instante. Sí, algo así como "dixpa" o "jajatzaca". No por la razón en sí, si no más bien como por "quequelolmati", es inevitable sentirlo. He querido "huactzajtzi" muy muy muy fuerte, pero un cojín lo ha frenado justo al salir de mí. Tengo el don de "nanacayotl" casi todo el tiempo, pero intento esquivarlo, hasta que la realidad explota en mi cara y temo decir que lo sabía y no me quise dar cuenta, o simplemente, le dejé el privilegio a la duda. No quiero "quicnochihua", ¿por qué lo tengo que padecer yo?. Y no paro de "ixchoca", no quiero "ixchoca", ¿por qué? ¿por qué si ya he pasado por esto? Supongo que será porque, en el fondo, no creía que iba a pasar, supongo que porque me lancé al vacío sin miedo, supongo que será por haber sido una "virgen" emocional...

Tengo tantas dudas en este instante... Pero es absurdo que las cuestione cuando sé que no obtendré una respuesta.

Quiero que llegue la noche. Quiero dormir para dejar de pensar. Quiero que la pesadilla se termine dando comienzo a un nuevo día, en otro tiempo, en otro lugar... Lejos, muy lejos de aquí. Aunque a veces piense que la fuerza se me agota, mañana ya no existirá este rato de drama y basura emocional.

No te enfades, nadie lo va a entender.

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